Newsletter personal
Bienvenido a mi boletín
Si has llegado hasta aquí es porque te interesa seguir en contacto conmigo y has decidido ver qué voy a hacer con esta newsletter.
Pues, por ahora, es un experimento para ver cómo de cómoda me siento con este formato de comunicación. Me gusta el hecho de que, aunque tenga que pensar que, aunque los mensajes llegarán a conocidos y personas un poco más desconocidas, la comunicación será más real y cercana de lo que puede ser en redes sociales.

¿Qué contenidos leerás?
Mi contenido no sigue un índice temático claro, al menos no por ahora. Podrás considerarlo una especie de diario en el que mezclaré anécdotas, reflexiones, cosas que quiera contar (o gritarle al mundo), desahogos o trabajos que me apetezca compartir (y cuando digo trabajos, no me refiero a vender productos, más bien, a enviaros algún relato que se me haya ocurrido y que me apetezca que leais).
¿Por qué?
Siempre me ha gustado, como parte de la profesión que no ejerzo, estar al tanto de las últimas tecnologías de la información (y su deriva).
Dado cómo ha evolucionado el ecosistema y se ha transformado en un lugar donde lo único que encuentras es personas que tratan de vender sus productos y un montón de publicidad, cada vez me resulta menos atractivo el formato red social.
He notado que en los últimos años he perdido contactos que sí mantenía a través de ellas, porque incluso me animaban a dejar de ver el contenido que ofrecían.
El último bastión donde la comunicación todavía parece ser de tú a tú es el correo electrónico (aunque sí, existe el email marketing). Esta es una herramienta de este tipo, soy plenamente consciente, pero no tengo por objetivo vender como tal. Solo contar mis cosas a quien las quiera leer, tal como las recibías a principios de siglo.
¿Con quién?
Cuando contraté mi servicio de hosting web decidí hacerlo con una empresa que tuviese los servidores en España.
Ahora que me he planteado crear una newsletter, he estado investigando las opciones para hacerla tratando de evitar servicios ofrecidos por empresas estadounidenses, me he quedado por ahora con el servicio de la francesa MailPoet.
Son gestos pequeñitos que sé que no cambiarán nada; al final todo depende de algo de allí, pero… poco a poco.
¿Hay dos diferentes?
Sí, la newsletter de la revista no es la misma newsletter que estoy presentando aquí.
Es probable que, de mantener esta comunicación más directa, la otra acabe desapareciendo. Estará por ver.
Esta newsletter es una ventana personal mía. Si quieres conocer qué hacemos en Invernasímil, tendrás que suscribirte a la newsletter que encontrarás en su web.