4. La solución
El final fue simple, el lugar menos violento al que mirar en aquella consulta era el suelo. Del techo colgaba una especie de lámpara mantis de ojos blancos brillantes y las paredes suponían un reto más espeluznante: ilustraciones del interior del vientre de una mujer te iban preparando mentalmente para ese futuro demasiado cercano. Creo…